sábado, 8 de marzo de 2025

Breve selección poética de Katherine Medina Rondón

 

BREVE SELECCIÓN POÉTICA

 

 

 

Katherine Medina Rondón[1]

 

 

 


 

Jacarandá

 

 

Se me voló el sombrero un día de viento;

quizás eso se parezca un poco a volar

o a tener un espíritu o a ser uno:

jamás volví a encontrarlo.

Quizás llegue a algún lado antes que yo,

Quizá me quede donde estoy sin él.

ROBIN MEYERS

 

 

 

Era enero, la primera lluvia me lavaba el rostro

y el viento que le precede fastidiado

alzaba mi sombrero

con la belleza con la que se pela una lima, 

no pude sostenerlo,

ni siquiera puedo sostener mis propias raíces,

ni la mano de mi madre, una india negra,

ni la de mi padre, un árabe sardo.

Mir rostro es un árbol de jacarandá,

un panteón de historia

quebrado,

desigual

y

mi cabello se levanta

como hojas que se rinden al viento

ya sin siquiera un sombrero.

 

 


 



 


 

Sanación con nobles elementos: Agua[2]      

 

           Vierte tu fe sobre el agua

y deja que te alcance el radiante cortejo del rocío,

el color de los que pusieron en otros tiempos con coraje su espalda

para que la espuma no alcance el dorso de tus hijos.

           Vierte el manso querer de los tiempos idos

de la hembra que guarda tu alcoba,

que sostiene tu padecimiento de veintitrés o setenta años,

que pone paños a tu fiebre, mientras está pariendo a tu quinto hijo.

           Vierte el agua sobre el agua

y bebe de la bondad perdida

que te hará danzar como un narciso.

 

 

 

 


 

Invitación al súcubo [3]

 

           El que dio a conocer la luz

y el rincón más sombrío de la noche

está cansado del coro de los ángeles.

           La corte celeste es un lugar de procesión,

por eso toma una lámpara —ni roja ni pintada—

y ponla al pie de la cama

para que las nubes descarguen

sus temibles y ensordecedores cánticos

lejos de tu oído.

          Toma tu cobija y póntela

como diadema real, 

pon tu mano derecha sobre tu sexo,

no te muevas

e implora que los demonios

solo te arranquen las uñas.

 

 



 

Conjuro amoroso para un hombre temerario [4]

 

           Recoge siete especies de siete flores silvestres en siete días,

exceptuando lirios o cualquier variedad que no posea espinas,

y átalas al crecimiento de tu cuerpo.

           Cuando abandones tus reiterativos pensamientos

y los pasos echen a andar solo a tu cuerpo,

notarás cómo un aroma robusto

te transporta al último siglo dorado

y el lenguaje se caerá a pedazos 

al ver sobre ti a una rosa jadeando

en busca de cualquier paraíso perdido.

 

 



 

Conjuro amoroso para una dama solitaria[5]

 

           Cuando caiga la última hoja de mayo

en la flotante brisa que ha labrado las cavernas,

rompe la visión de la nada

y pon una jaula a la altura de tus senos,

dejando la reja abierta junto a una plegaria cada noche

hasta que recibas la feliz visita de una luciérnaga

que ilumine tu corazón impuro.

            No olvides calcular la luz

que dejas salir por tus poros

y traer siempre las botas puestas

ya que nunca desaparecerá el peligro

de incendiar tu casa.

 



 

Epílogo[6]

 

           Orgulloso yace en su trono

el que ha sido invocado

con diferentes nombres.

           Sobre sus blancas palomas

feroces perlas

derraman su misterio,

el universo siempre hembra. 

 



 


 


 

 

Diáspora[7]

 

¿Existes? ¿Existo yo?

¿No seremos la misma persona?

¿La propia vida hablando consigo misma?

un enfoque independiente y apartado,

un ser espejado que respira aprisa

arrojándose el pensamiento solitario,

la sombra de la muerte disfrazada

que acompaña cada registro de mi vida,

el exotismo en el humano ruedo

como una planta de la misma semilla

que florece en dos extremos diferentes de la Tierra,

un diente de león que al soplarlo se dispersa

hacia direcciones inesperadas,

una rama que se extiende bajo las escaleras

y que debe ser cortada porque en ella

la realidad se derrama.

 

 


 

También fuiste el sueño de mamá

 

Recuerdo la primera vez que vi a Harrison Ford en la TV

tenía once años e incluso entonces comprendí

que él ni nadie sabría cómo amarme jamás.

Los días iban pasando a media ración, sin importancia,

porque el olor a durazno tocaba la casa

con sus alegres ojos verdes

y el tiempo no era, como hoy,

una debilidad numerada

siempre de paso, agotada, fugaz.

 

Pienso en Harrison Ford como un fornido carpintero

o un vendedor de marihuana

al que le tengo que enseñar las bragas

porque en este país no se fía, todo cuesta,

incluso el amor que engendra 500 versos inútiles.

Ahora entiendo como

empecé a cavar mi propio agujero,

suspirando como un fuelle,

cediendo, hasta que otro hombre

abandona tu cama

y aprendes a omitir “te quiero” y “no te vayas”.

Pero hay cosas peores en la vida que lo que uno deja atrás,

el presente, por ejemplo

atrapada en una humilde habitación

cuando la burla de la madre es un poema

que empieza a caerse desde el primer verso.



 








[1] Katherine Medina Rondón (Arequipa, 1994). Poeta y artista visual. Ha publicado: Murmullos y volantes (Aletheya, 2012), Amor en cuatro actos y otros cortejos (Casatomada, 2013), Mínima celeste (Transtierros, 2016), Disidencia (Cascahuesos, 2018), Papiros mágicos (Vallejo & co./ Sol negro, 2019), Coraje (Jukucha, 2023) e incluida en Tea Party III, muestra dinámica de poesía latinoamericana (Cinosargo, 2014), Antología XXII Enero en la palabra (Gobierno Municipal de Cusco, 2018), Memorias del 28° Festival Internacional de Poesía de Medellín (Prometeo, 2018), Antología 5° Festival Caravana de Poesía (Amarti, 2018), Aliados, dosis de poesía para tiempos inciertos (Dentro Ediciones, 2020) y Voces de la poesía peruana (Parihuana, 2021). Como traductora ha publicado Flores al borde de los abismos, antología poética de Vittoria Aganoor (Sol negro, 2022). Ha presentado la muestra pictórica bi-personal Comisura en el Centro Cultural Casa Blanca (Arequipa, 2016) y ha participado en diversas muestras artística colectivas.  

[2] Publicado anteriormente en Papiros mágicos. Lima: Vallejo & co, Sol Negro, 2019, p. 41.

[3] Publicado anteriormente en Papiros mágicos. Lima: Vallejo & co, Sol Negro, 2019, p. 17.

[4] Publicado anteriormente en Papiros mágicos. Lima: Vallejo & co, Sol Negro, 2019, p. 33.

[5] Publicado anteriormente en Papiros mágicos. Lima: Vallejo & co, Sol Negro, 2019, p. 35.

[6] Publicado anteriormente en Papiros mágicos. Lima: Vallejo & co, Sol Negro, 2019, p. 55.

[7] Publicado anteriormente en Disidencia. Arequipa: Cascahuesos, 2018, p. 43.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Breve selección poética de Katherine Medina Rondón

  BREVE SELECCIÓN POÉTICA       Katherine Medina Rondón [1]         Jacarandá     Se me voló el sombrero un día de v...