sábado, 2 de noviembre de 2024

«Me duelen los ataques» y otros poemas de Fiorella Terrazas



«ME DUELEN LOS ATAQUES»
Y OTROS POEMAS

 

 

Fiorella Terrazas[1]

 

 


 

SOMOS UNA SOCIEDAD QUE SE REFOCILA EN LAS MUERTES

 

Tiraron barro a su ventana

y repitieron mi nombre

mezclando vinilos en discontinuidad,

el barro y mi nombre,

mi nombre es barro.

 

Perdiendo

y otra vez perdiendo

no sabía que estaba audicionando

para el papel masculino en tu drama.

 

Las oraciones no pueden crear el milagro.

 

 

 

EL ÉXITO EN INTERNET ES INVERSAMENTE PROPORCIONAL A LA SOCIABILIDAD ENTRE SERES HUMANOS

Prefiero un rato sabio que mil horas de shit mental.

 

Creo un limbo donde mi yo es un espectro estimulado,

me voy a ver el Rímac y desconectar

y las poetas bimbo dan de comer a las tortugas

al ritmo de una mezcla moderna de bocinas en la autopista,

leen novelas cuyos títulos guardan celosamente en secreto.

 

Fuman mucho en la pipa que compran al por mayor

con el dinero de la venta de sus libros,

se vuelven fotógrafas mentales,

pasean y capturan los mejores ángulos de gatos

y perros en las calles cerca de casa.

 

Sacan la basura acumulada por meses,

solo papeles rotos de mediocres escritos sin valor.

 

 

 

ME DUELEN LOS ATAQUES. El ántrax se adueña de su patente. Yo todavía no tengo participación en mis patógenos, me encantaría empezar una correspondencia eterna con algún amigo que se apunte. Es un misterio invertir a ciegas. Leer demasiada economía también te hace menos héroe. Menos sensorial. Necesito una insulina con el check de verificación para no irme en picada. Llevo años defendiendo mi lugar, desde 1996 bebo chicha heladita. Aprendo de mis abuelitas. No les prometo un final feliz. Me considero pesimista como Cesar Hildebrant. Lucho también contra la depresión que me toca las ventanas cerradas de mi casa. Hoy en día esto no puede ser problema. Las condenas de muerte son científicas. No exactas. Secreto de mi páncreas animal fantasmal. En mis encimas me extraen unos cuernos de alce. Quiero ser libre como un perro del mercado. Seguro. Forrarme en dólares húmedos. Pero ¿Se puede o no? Decidí no hacerlo. Decidí no hacerlo. Decido el no control. No necesito patentes de dólar. Voy a pararme en el cerro a cantar. Llorar y reír con mis compañeras comprensivas. Pero desde 1996. En ese tiempo se necesitaban densos mililitros de gaseosa chiki. Flujos ilimitados de insulina. Antrax aparente dueña de su vacuna. Fabrico mi vacuna. Demora mucho el proceso.

 




[1] Fiorella Terrazas Espinoza, a.k.a. Fioloba (Lima, 1990). Contadora y comunicadora. Ha publicado Cam Girl y otros poemas (Dulzorada, 2021), volumen que reúne su poesía del 2017 al 2021. Asimismo, fue integrante de la Antifil y de Plástico. Revista Virtual de Literatura (México). Ha publicado fanzines desde el 2010. Actualmente, hace videopoesía.

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