lunes, 5 de febrero de 2024

«Alguien espera» y otros poemas de Yuleisy Cruz Lescano

 

«ALGUIEN ESPERA» Y OTROS POEMAS

 

 

 
Yuleisy Cruz Lezcano[1]

 

 

 

SIENTO

Nada describo

siento

una mezcla de tierra y luz,

la casa y los árboles de mi infancia

huyen hacia el recuerdo

y a mí llegan

imágenes ancestrales

hechas de buen calor y risas,

sombras que son cosas

y corren para esconderse

en la persistencia.

Los tiempos se asientan

en una niebla lechosa

y un campo sumergido

viene del camino de lo múltiple

que lleva hacia un lugar perfecto.

Sobre el poema de lejanas citas

el recuerdo vive y respira

en las hojas que cada temporada

mueven los tiempos,

todo lo que los ojos han retenido.

 

 

 

 

ALGUIEN ESPERA 

Alguien dice que existe

una vida en la vida, 

un mundo invertido, como

en los reflejos sobre un lago, 

sobre las piedras lúcidas

mojadas del rocío, 

una vida en el brío

de una nueva primavera. 

Alguien espera 

sin llamar nombres, 

espera e inventa el tiempo 

que no sólo envejece, 

espera en las frases importantes 

el presente que sale de una foto 

no tomada. 

Alguien espera sin saber 

si lo que espera puede llegar, 

espera entre los alientos de la sombra, 

entre los días que pierden 

los gritos de las aves. 

 

 

 

 

DOS PATRIAS

Mi país queda 

a dos rosarios de imprecaciones 

del tuyo.

Yo en el mío

encerrado en un capullo,

tú en el tuyo

con alas de mariposa. 

Yo empeño mis alas

para ver caballos de carrera, 

y tú inviertes tu reputación 

en burros voladores.

Tú y yo

en dos vidas, dos rumores

enlazados en dos silencios.

 

 

 

 

NAVE[2]

Está pasando mi nave,

sola en el mar tempestuoso

y el tiempo implacable tenebroso,

la golpea como sólo él sabe.

De olas el trueno, de rayos el impacto,

de memorias es el pacto

de no olvidar derrotadas esperanzas.

Las penurias son alianzas

del tiempo que se abate

contra el remo quebrado

en el arrecife enfadado,

que combate y combate.

 

 

 

 

DESEO

Quiero adoptar un perro

para pasear por esta ciudad inerte,

para evitar confundirme

con la muchedumbre, que no sabe

ser muchedumbre.

Quiero adoptar un perro

que sea solo mío,

para no ser de nadie,

de ninguna raza,

de ningún dueño.

Un bastardo como yo

para ladrar a las sombras.

Quiero adoptar un perro

para verme con él,

en la sombra del puente,

para descifrar mi norte,

cuando él mueva la cola,

y flotar junto al viento

y todas sus corrientes.

 

 

 

 

SIN QUEJAS

¿Cómo puedes quejarte de la vejez?

Te ha permitido nutrir

al menos seis perros,

cuatro gatos

y numerosas plantas.

Te ha permitido alimentar

una cuna de peces

con fuego solar en las escamas

y te permite dormir poco

para contemplar los sueños de la luna.

¿Cómo puedes quejarte de la vejez?

Te da tiempo

para contemplar los retratos de nubes,

mientras esperas sentada

en el umbral del horno

de tostar el mundo,

para acoger con pan caliente

y bizcochos

a quién se acuerda todavía que existes.










[1] Nació en la isla de Cuba el 13 marzo de 1973 y actualmente vive en Marzabotto (Bolonia; Italia). La poetisa emigró a Italia a la edad de 18 años, estudió en la Universidad de Bolonia y consiguió el título en Enfermería y obstetricia, además de un segundo título en Ciencias biológicas. Trabaja en la salud pública. Ha participado en diversos festivales de poesía y ha recibido denticiones en distintos certámenes literarios. Entre sus publicaciones, la más reciente es el poemario bilingüe publicado en Portugal: Doble acento para un naufragio, 2023 (Español - Portugués).

[2] Los siguientes tres poemas pertenecen al libro: Doble acento para un naufragio/ Duplo sotaque para um naufrágio. Peniche: Edições Fantasma, 2023, pp. 38, 88 y 98.

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