sábado, 4 de noviembre de 2023

Reseña sobre «Papiros mágicos» de Katherine Medina Rondón

 

MEDINA RONDÓN, KATHERINE: PAPIROS MÁGICOS. LIMA,

VALLEJO & CO. Y SOL NEGRO, 2019, 55 PP.[1]

 

 

Christian Pablo Huamani Loayza[2]

 

 

La experiencia y la exploración son, tal vez, el camino de sus versos. Las palabras y el tono sosegado, apartados de los arrebatos pueriles invitan amablemente a sumergirse en la lectura. Su voz, apartada del grito o el reclamo (y de la rima), emula más bien un murmullo que ejecutan las palabras de manera nítida. Y la búsqueda de un bien, un respiro o solo un punto neutral son la pauta desde las primeras páginas.

Papiros mágicos, de la poeta y artista visual arequipeña Katherine Medina Rondón, se publicó en julio de este año. Este poemario consta (entre formulas, cantos, peticiones, prácticas, hechizos, conjuros, sanaciones y epilogo) de veintidós elementos. Los oscuros propósitos del yo poético funcionan perfectamente dentro de una advertencia inicial y un genial epílogo. Estos son acompañados con ilustraciones de Paolo Delgado Alama, donde reina la animalia sobre los pequeños toques de color, objetos y plantas.

En primera instancia, por el nombre de la obra y los títulos en su interior, es imposible no descansar y preguntarse por los delicados y confusos caminos que las primigenias formas poéticas tenían al ser ejecutadas por curadores o chamanes. Pero sin métrica definida, obviamente. En realidad, se puede apuntar que es una sorpresa dentro de la poesía ya escrita por la autora. Es un acercarse a la poesía con una nueva forma. Y es también un apartarse de uno mismo y un dejar de apuntar a un alguien específico. Es un paso oportuno, nuevo y explorador.

La protección contra el tiempo, el lugar, los actos ajenos, el destino y las palabras es ofrecida en versos como:

 

sin cargar el inútil peso de una valija

poco a poco notarás

cómo te abres paso en la enferma noche

 

Aparecen, también, referencias del mithos griego como el daimon, Casiopea, Artemisa y Narciso (en sus dos referentes inmediatos). Se resalta, además, el acercamiento a objetos sustanciales apotropaicos. Y los elementos cotidianos aparecen representados por el cigarrillo, la cañería, el columpio, entre muchos otros, que dialogan con los referentes corpóreos y rurales pintados.

 

No olvides calcular la luz

que dejas salir por los poros

y traer siempre las botas puestas

ya que nunca desaparecerá el peligro de incendiar tu casa

…………………………………………………………....

y llena tu jarra de vino

hasta que notes

cómo cualquier suspiro se ahoga

 

El poemario, en general, sigue un camino de purificación, busca rescatarse también a sí mismo. Además, en mi parecer particular, recuerda mucho al escrito del difunto poeta arequipeño Luzgardo Medina Egoavil, Contra los malos presagios. La referencia a los elementos ya nombrados (y a la idea de amuleto) crea un puente que conectaría estas dos obras en estilo y forma, aunque esto no haya sido concebido de manera consciente y tengan claras diferencias. No se puede obviar el hecho de que ambos versadores se conocían y hayan podido ser lectura, al menos un poco, uno del otro.

Por otro lado, el poemario posee un lenguaje claro y un poco íntimo que logra que sus piezas aniden en el mismo lugar. Los poemas más resaltantes son: “Práctica maléfica con un fin benéfico”, “Fórmula para conseguir el perdón” y “Epílogo”. Papiros mágicos, en palabras de Ernesto Carrión: «rinde homenaje a esta visión antigua (la de hacer del poema una herramienta mágica de utilidad…)». Y cumple su cometido. Al reverso del libro el lector encontrará acertados comentarios de Carlos López Degregori, José Kozer y el mismo Ernesto Carrión.

Finalmente, cabe apuntar que desde los anteriores trabajos de la joven poetisa, Murmullos y volantes (Aletheya, 2012), Amor en cuatro actos y otros cortejos (Casatomada, 2013), Mínima celeste (Transtierros, 2016), Disidencia (Cascahuesos, 2018); su inclusión en varias antologías y colaboración con varias revistas, nos ha obligado a seguir, de buena gana, la trasmutación de su voz, sus progresos y aciertos dentro de la literatura de la región. Su poesía formalmente fresca nos presenta una salida de los temas recalentados. Papiros mágicos muestra las nuevas posibilidades de la poesía de un universo siempre hembra y siempre activo.







[1] Versión corregida. Reseña publicada por primera vez en Nuveliel. Revista de literatura y humanidades. Año 1. Nro. 1, pp. 65-67.

[2] Nació en Arequipa el 7 de junio de 1993. Estudió literatura en la UNSA. Ha sido ponente en diversos congresos y coloquios a nivel nacional e internacional. Es cofundador y miembro de la revista académica de literatura y humanidades Nuveliel. Participó en varios festivales y publicó en varias revistas del sur del Perú. En 2023 publicó el poemario Dulce y maldita tiempo. En la actualidad es estudiante de la maestría en escritura creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.


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